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2019-01-13 07:32:50

    “Claro que te adoro, que te extraño, que me haces falta. Claro que te necesito, que me quemas, que me elevas, que me rompes que me impulsas. Claro que cayeron de los cielos las escarchas y un rayo asomó tus ojos y me dio una revelación de paraíso. Claro que no puedo dejar de amarte, es que el amor es como el carácter de un océano, con olas y mareas, a veces espumoso, lleno de furia, a veces sombrío, luminoso, lleno de paz; pero siempre permanece. Claro que no tengo que ponerme un antifaz de orgullo para ocultar que mi corazón, se hace pedacitos de hoja seca y vuela, que tu ausencia es como mil inviernos sin abrigo y tu peso como la dorada primavera en el bosque. Claro que todo el tiempo quiero besarte, tocarte, jugar con tu cabello, claro que quiero estar lejos porque ni yo me soporto cuando estoy contigo. Claro que soy intenso, inseguro a ratos y lleno de dudas. Claro que me gustaría que así me quisieras.”

    — Alguien que quiere abrazarte rota, Quetzal Noah

    A veces me pregunto que es lo que estamos dispuestos a hacer… bueno a aguantar por amor. Voy a dar un ejemplo de una relación, no todas son así. Vale, al principio todo puede ser muy bonito, citas, besos, regalos, charlas para darse las buenas noches hasta el amanecer y un sin fin de cosas. Luego llega la parte en la que la relación da un paso más allá y es algo más serio. Empiezas a conocer a esa persona, con quien se rodea, su familia y cosas así. Luego empiezas a ver su comportamiento. Porque cuando una persona empieza a tener confianza con alguien todo es destino. Ya aquella persona dulce y agradable, ya es tan solo agradable. A pasado de llevarte algún sitio bonito, a estar en la cama teniendo sexo por aburrimiento. Luego empieza a tratarte como trofeo, como si fueses de su propiedad, a no tener opinión sobre nada y a alejarte del mundo porque solo te quiere para ti. Pero cuando estas a su lado, es todo desprecio, lágrimas y abrazos por compasión. Discusiones sin sentido, gritos sin sentido, celos sin sentido, paranoias sin sentido… hasta que te cansas, porque esa persona te a convertido en algo que tu no eras. Y es verdad, te enamoraste viste que eras feliz, pero acabaste siendo su marioneta, y todo porque a pesar de todo le amas. ¿Pero vale la pena todo eso? Yo creo que no. Creo que cada uno es libre, que no puedes atar a alguien a tu lado. Que si amas a alguien es las 24 horas, no solo los 10 minutos del sexo. Creo que una persona no tiene que sentirse así. El amor no se trata solo de amar a alguien, se trata de cuidar, proteger y que te importe más su felicidad que la tuya. Cuando ames a alguien, deja que sea como es. No intentes cambiarla y menos someterla a hacer siempre lo que tu quieres. Somos libres. Estar enamorado es un precio muy alto en tu vida, así que si crees que esa persona a echo de ti lo que el quería, no te calles y habla. Se libre y feliz, aunque duela.

    A nadie se le ruega, porque quien quiere estar contigo lo está de corazón, sin pretextos, sin mentiras, está ahí porque te quiere. Quien se hace el importante, quien se hace "del desear" y quien solo espera que la otra persona haga todo y quien todavía se atreve a reclamar aquello, justificando el daño que te causa, ellos, son quienes no valen la pena. Por más que quieras a alguien, nadie se merece el sentimiento de no saber si lo quieren o no, nadie merece el sentir que no es suficiente para la otra persona, nadie merece hacer sentir que no vales, como mujer o como hombre. Nadie debe tratarte como si fueras su juguete, nadie merece ese trato. Porque quien lo hace, es que verdaderamente, no te quiere, y lo que es peor para aquella persona y mejor para ti, es que aquel o aquella no vale tus penas, ni tus lágrimas, no merece tus sonrisas ni tus esfuerzos. Quien te merece, va a luchar por ti, habrá un esfuerzo mutuo, pelearán las batallas de a dos, no de a uno. Todos merecemos a alguien que cada día nos haga felices, quien se esfuerce, mereces una relación donde las cosas sean justas, donde ambos sean felices y se esfuercen por el otro, solo porque lo aman. Donde tengas más alegrías que tristezas.

    La sinfonía del alma.